Resumen: Esta ponencia se plantea en el contexto de una Jornada de presentación de la Cátedra Ciudad que, con el nombre LA CIUDAD DE VALENCIA COMO OBJETO DE ESTUDIO podría, a su vez, entenderse como una aproximación a las actividades y, particularmente, a la investigación urbanística y arquitectónica que se pueda producir en el campo universitario en sinergia con el propio Ayuntamiento de la ciudad de Valencia. O al menos así lo entiendo yo.
Me acompañan en esta mesa experimentados urbanistas con sancionada responsabilidad en la gestión de la ciudad y ¿estrategas¿ del desarrollo urbano en la modernidad. Sin embargo la reflexión que yo estoy proponiendo es, si me permiten expresarlo así, más espontánea, más directa, a caballo entre mi permanente actividad docente como profesor de proyectos arquitectónicos y un inalienable compromiso profesional en la construcción de esta ciudad, entendido precisamente como garantía de aquélla y argumento básico para mi propia credibilidad universitaria.
Me interesa la ciudad como organismo complejo y como organismo vivo y me interesa también una versión ¿que suelo citar recientemente- próxima a las consideraciones del humanista José Olives en su conocida obra La Ciudad Cautiva, en la que ¿ciudad¿ viene de ¿ciudadano¿, al revés de cómo convencionalmente consideramos.
Y como hoy no se puede hablar de desarrollo a secas, sino que es inevitable añadir el adjetivo sostenible, no seré yo quien eluda referirme a la componente que más me interesa de la ya famosa trilogía que acompaña al concepto: a su aspecto social. El que implica una especial sensibilidad con el legado generacional, con la morfología urbana que dejamos para su propia evolución en tiempos futuros.
No se entenderá por tanto intención de pontificar alguna; ni siquiera el atisbo de unos principios disciplinares a los que referirse o el boceto de una hoja de ruta. Apenas un supuesto táctico, un experimento para su análisis y valoración. Un proyecto o, si quieren, un proyecto urbano.
De ahí el título elegido, ¿Reinventar Valencia¿, un puro supuesto teórico y, desde luego ¿para bien o para mal, tal vez en el debate quede aclarado suficientemente- distinto a lo que hay.