Autor: Del Rey Aynat, Miguel; Gallud Martínez, Antonio; Fuster Marcos, Juan Ignacio
Resumen: This article attempts to transmit the complexity of the architectural restoration work done on a historical building like the Llotja del Cánem in the city of Castellón. This building is a reference of not only the formal construction of this city, but also the collective imagination of its inhabitants who have grown up with its arcades, which have remained with this building, located on the Colon and Caballeros streets; for the younger citizens, this classicist corner on which an enigmatic
building was erected until its restoration, is where the remains of some old frescoes were seen, which Joaquín Oliet originally painted and Vicente Castells restored at the start of the 20th century. The complex history of this building over time started at the beginning of the first decade of the 17th century as a public space. It was constructed by Francesc Gaiança to house the
commercial transactions of Renaissance Castellón. With time, the building went from being public premises to become a town house with shops on its lower levels, and this domestic calling continued over the last two hundred years. Today, it has returned to its original status, and has proudly become one of the most representative public buildings in the city of Castellón.El articulo pretende transmitir la labor compleja que implica la restauración arquitectónica de un edificio histórico como es la Llotja del Cánem de Castelló de la Plana: un edificio referencial en la construcción formal de la ciudad y en el imaginario colectivo de unos habitantes que han crecido con esas arcadas, que han convivido con el edificio, entre las calles Colon y Caballeros; la esquina clasicista sobre la cual y hasta antes de su restauración, para los más jóvenes se levantaba un volumen enigmático, donde se percibían restos de los antiguos frescos que en su día pintó Joaquín
Oliet y restauró Vicente Castells a principios del S XX. Un edificio con una singladura compleja en el tiempo, que comenzó su andadura allá por los inicios en la primera década de 1600 como espacio público construido por Francesc Gaiança para cobijar las transacciones comerciales de un Castellón renacentista; un edificio que con el paso del tiempo perdió esa condición de lo público, para pasar a convertirse en vivienda burguesa con tienda en los bajos, vocación doméstica que
ha mantenido en los últimos doscientos años. Hoy, de nuevo, vuelve a sus escalas de origen, a ser, con orgullo, uno de los edificios públicos más representativos de la ciudad de Castellón.