Resumen:
|
Aún en mercados muy competitivos, como el del transporte aéreo, la cooperación entre los competidores puede tener sentido, y acabar por ello desempeñando un papel relevante en las estrategias de las aerolíneas. Diversas ...[+]
Aún en mercados muy competitivos, como el del transporte aéreo, la cooperación entre los competidores puede tener sentido, y acabar por ello desempeñando un papel relevante en las estrategias de las aerolíneas. Diversas lógicas económicas explican la conveniencia de esa cooperación, al menos en determinados espacios y momentos. La cooperación puede proporcionar ventajas en el ámbito del marketing y la comercialización, pero también en el ámbito operativo. Las ventajas pueden ir incluso más allá, reconfigurando los espacios de mercado, es decir, alcanzando al ámbito estratégico.
La cooperación puede materializarse mediante un simple acuerdo entre dos aerolíneas para una ruta concreta, pero puede llegar a alcanzar un ámbito global, involucrando a decenas de aerolíneas de todo el mundo. Las alianzas globales configuradas entre los años 1997 y 2000 (Star Alliance, One World y SkyTeam), principalmente por aerolíneas que siguen una estrategia de red, han tenido un impacto notable en el mercado global del transporte aéreo de pasajeros. Las alianzas globales permiten a las aerolíneas que las integran ofrecer centenares de destinos mediante vuelos con escalas, y extender sus servicios de valor añadido (salas VIP, programas de pasajero frecuente, prioridad en accesos, etc.) a miles de vuelos alrededor de todo el mundo.
Un nivel mayor de cooperación es el alcanzado mediante fusiones y adquisiciones. Las primeras décadas del siglo XXI han contemplado también movimientos notables en este apartado, con fusiones tan significativas como las protagonizadas por Air France y KLM en 2004 y la de Iberia y British Airways en 2011, que constituyó IAG (International Airlines Group). Los ahorros en costes obtenidos mediante estos movimientos corporativos pueden ser importantes.
[-]
|